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LEONARDO DA VINCI
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De ciencias, artes y vivencias
24 | 03 | 2014
¿Cuáles pueden ser los miedos de un genio?
Hace mucho tiempo, cuando este proyecto comenzó a fraguarse, nos hicimos muchas preguntas, en un intento de poder entender al maestro da Vinci. ¿Cuál podría ser el movimiento motor de su genialidad? ¿Qué era lo que podría mover ese torrente de esfuerzo, de sacrificio por llegar a la meta de entenderlo todo? ¿Qué fuerza interna movía al maestro que le hacía dormir solamente a siestas de veinte minutos cada cuatro horas? ¿Por qué murió lamentándose que había sido capaz de afrontar todas las vicisitudes habidas y por haber menos el tiempo?
Todos los seguidores de Perpetuum Mobile tenéis ya claro que nuestra experiencia es sensorial. No queremos que penséis, queremos que sintáis. Y es precisamente lo que hemos pretendido hacer también con Leonardo. Queríamos que él también sintiera. Queríamos acercarnos a su parte más humana, a sus genialidades pero también a sus miedos.
Una fuente de inspiración para nosotros fue Stephen Hawking, el prestigioso científico que sufre una enfermedad degenerativa. Ante la pregunta de un entrevistador en 2011 sobre la muerte, este dijo:
“He vivido con la perspectiva de una muerte prematura durante los últimos 49 años. No tengo miedo de morir, pero no tengo prisa por morirme. Necesito entenderlo todo”
¿Y que es ese todo? Es curioso. Stephen Hawking, una persona que estudia el Universo, lo infinito, el todo, a partir de la química-cuántica, lo subatómico, lo más pequeño, el interior de la materia. Ese interior de la materia puede ser tranquilamente el nuestro, nuestro alma.
Y así, un buen día, decidimos contar esta historia de Leonardo da Vinci, un hombre que tenía un solo objetivo desesperado y apasionado. Entenderlo todo… ¿para qué? Para entenderse finalmente a sí mismo.
Lo que aquí relatamos a continuación son ni más ni menos que las tripas de Perpetuum Mobile. Bases que han moldeado el proyecto, bases que no se verán, pero bases que existen y se sienten. Hemos imaginado a un genio desesperado por entenderlo todo y ciego por no darse cuenta que su problema era él mismo. Ceguera que le llevó a realizar impresionantes descubrimientos y obras reveladoras. Ceguera que le llevó a construir una máquina para alargar el tiempo, un perpetuum mobile… Para crear esta fantasía todo estaba ahí… solo tuvimos que ordenar todos los descubrimientos científicos del maestro y alinearlos a la teoría de la relatividad general. El resultado es el que a continuación le contamos… en nuestro blog
Siéntate y siéntete…
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