La Vidalba somos una comunidad de aprendizaje constituida como asociación, tenemos como propósito fomentar la crianza compartida y favorecer el desarrollo de los niños para que se conviertan en personas libres, felices y capaces de integrarse en el entorno social en el que forman parte, teniendo cuidado de los procesos de vida del medio natural al que pertenecen.
El proyecto nace este 2019 del deseo de un grupo de familias de proporcionar un espacio donde los niños puedan crecer conectados a su esencia, su individualidad y su propósito de vida.
La semilla es el espacio de crianza La Petita Granoteta, situada en el municipio de Collbató, que comienza a funcionar en el año 2017 con un grupo reducido de niños. Desde aquí experimentamos como sus intereses y potencialidades se pueden expandir.
La Vidalba se constituye para dar continuidad a este espacio, a niños de 2 a 6 años, y con la premisa de que una ratio baja (1 adulto por 5-6 niños máximo) garantiza que se respete su tiempo, su recorrido y su potencial único al tiempo que son sus intereses y necesidades los que actúan como motor de aprendizaje.
Las familias velamos, con nuestra implicación, para garantizar que los niños se encuentran en un lugar donde se sienten seguros, queridos y felices y para crear una comunidad arraigada y comprometida con el territorio. Que los niños puedan disfrutar de una fuerte conexión con el entorno y naturaleza determina el espacio donde se ubica esta comunidad de aprendizaje, y toma relevancia también en el tipo de alimentación que se ofrece, alimentos de calidad, de proximidad y libres de prácticas nocivas.
Somos una comunidad de aprendizaje surgida espontáneamente para que todos participamos, todos ofrecemos y todos disfrutamos, con el deseo de que los niños puedan vivir diversidad de experiencias ya sean manuales, espirituales, más cognitivas o artísticas.
Para poner en marcha el proyecto las propias familias hemos construido una caseta de madera en la misma finca donde nace el proyecto, en el municipio de Collbató, en una zona residencial muy tranquila y junto a una zona forestal. La caseta de madera es el espacio interior donde se desarrollarán una parte de las actividades y mayoritariamente lo que necesitamos adecuar para empezar con normalidad el curso. Queremos que esta también sea sede de encuentros con familias para disfrutar de charlas, monográficos y actividades para promover la crianza respetuosa y compartida, uno de los principales objetivos de la asociación.
Características, fortalezas, y singularidades
Acompañamiento con ratio baja (de 5-6 niños por maestro)
Los primeros años de vida tienen un profundo impacto en el desarrollo de las personas, con las ratios actuales en las guarderías o durante la etapa de educación infantil se hace difícil garantizar en todo momento el acompañamiento respetuoso y sobre todo individualizado de cada uno de los niños. El ratio baja es uno de los pilares fundamentales deLa Vidalba, una apuesta por cuidar al máximo lo que es la esencia de cada niño, acompañando su proceso vital desde el amor.
El Entorno
El entorno es la mejor fuente de aprendizaje, las experiencias más vivenciales despiertan la curiosidad de los niños y ofrecen oportunidades únicas para conectar con ellos mismos. La Vidalba acoge a los niños en un espacio mayoritariamente al aire libre, posibilitando que gran parte de las experiencias se desarrollen bajo el techo de las cuatro estaciones y aprovechando el entorno natural que rodea la finca, una zona boscosa y de matorral que forma parte del paisaje local.
Diversificamos opciones
Las familias que iniciamos el proyecto lo hacemos desde la necesidad de ofrecer esta opción en nuestro territorio y abrir camino a que otras iniciativas y proyectos con la misma alma se puedan sumar, haciendo red. Actualmente son pocas las escuelas u hogares que funcionan con estas singularidades y todas las iniciativas más afines a la esencia de nuestro proyecto quedan bastante alejadas geográficamente, forzando a que las familias que optan por esta opción deban desplazarse o simplemente renunciar. La Vidalba pues representa una alternativa que cubre la etapa escolar no obligatoria de la primera infancia en una parte del Montserratí.
Espacio comunitario y autogestionado
La Vidalba es una comunidad de aprendizaje con un espacio comunitario, autogestionado y cuidado para todas las familias. Al mismo tiempo entendemos que todos los adultos y adultas que conformamos La Clemátide somos agentes educativos que compartimos una misma mirada hacia los niños y hacia la manera de acompañarlos.
Nos mueve el deseo de velar para que todos los niños y las familias podamos crecer y aprender en un lugar donde nos sentimos seguras, queridas y felices.
Alimentación consciente
Las comidas son una parte importante dentro de la jornada de La Vidalba, los entendemos como un momento más para socializar hábitos pero sobre todo para disfrutar de manera saludable. Somos las propias familias que los gestionamos, cocinando de forma rotatoria y utilizando alimentos de calidad, ecológicos y de proximidad. Las comidas constituyen una herramienta educativa también, haciendo crecer las verduras en el huerto, cuando recogen los frutos y los desayunan, o cuando simplemente cogemos unas hierbas silvestres que se pueden añadir a la ensalada.
Principios del proyecto
La misión principal del proyecto es favorecer que los niños sean felices, dando respuesta a sus necesidades vitales. En el centro de nuestra mirada está el niño y no los estándares marcados por la sociedad. El acompañamiento de los procesos de los niños va encaminado a que cada uno pueda seguir su propia trayectoria estableciendo un vínculo seguro que permite crecer con armonía.
Qué es lo que un niño necesita para crecer en armonía y equilibrio?
AMOR. Sentirse querido y aceptado. Tener cuidado del niño con voluntad de acompañarlo en su camino de hacerse persona. Apostar porque la autenticidad del niño se vaya abriendo camino, para que se convierta lo que en esencia es.
CONFIANZA. "No hacer nada que el niño pueda hacer por sí mismo". Tener confianza en el niño implica dejar que afronte y resuelva las situaciones de aprendizaje y de conflicto con autonomía. Que pueda desarrollar sus capacidades y sus propios recursos, con adultos que sepan acompañarlo sin anticiparse, sin querer enseñarle lo que no le interesa. Acompañar a los propios intereses del niño sin invadirlo. Entendiendo que aprender es un hecho innato en cualquier organismo vivo.
TIEMPO. Respetar el ritmo y dejar tiempo para que se desarrollen los procesos vitales de cada niño. Dar tiempo para la expresión de emociones y sentimientos sin juicios ni valoraciones.
LIBERTAD Y LÍMITES. La libertad necesita límites. La vida está limitada. La propia célula requiere de unos límites, una membrana que la separa del exterior, un envoltorio que la protege, y que a la vez crea un ambiente interior en el que es posible la libertad. El niño necesita una contención para no perderse y para poder sentir seguro y libre.
UN AMBIENTE ADECUADO. Donde el niño se siente seguro, con unos límites y unos adultos que lo protegen, que están disponibles, para mirarlo cuando sea necesario, para asegurar emocionalmente, para protegerlo, en definitiva, para su cuidado. Con unos espacios y materiales adecuados para que los niños puedan tener una vivencia que les permita crecer satisfaciendo sus intereses y sus capacidades.
El proyecto va dirigido a todas aquellas familias convencidas de que la primera infancia es una etapa que hay que cuidar como un tesoro, a aquellas que desean aprender y crecer en familia implicándose y formando parte de una comunidad que se apoya, que se complementa, que coopera, que comparte y que tiene un objetivo común que es acompañar a niños en su desarrollo hacia personas libres, felices y capaces.
También es un proyecto hacia los profesionales de la educación, a los que exploran nuevas maneras de crear oportunidades de aprendizaje, los que quieren contribuir a construir entornos educativos respetuosos con los procesos de vida, a los que simplemente quieren conocer otras miradas para enriquecer y ampliar la suya.
Las familias establecemos vínculo y velamos, con nuestra implicación, para garantizar que los niños se encuentren en un lugar donde se sientan seguros, queridos y felices. Entendemos que la parte pedagógica debe estar conducida por profesionales de la educación infantil con formación en educación viva, con espíritu constante de formación y con una concepción integradora del proyecto, generada por la misma comunidad de aprendizaje. Quien ponemos en marcha el proyecto somos tres familias y una maestra, funcionamos como un equipo, en constante conexión y comunicación, y nos mueve la ilusión de iniciar este camino. Las tres familias estamos muy vinculadas al mundo de la educación, tenemos un bagaje dentro y fuera de la educación reglada, partimos de una experiencia que da solidez al proyecto.